Oración compuesta por San Juan Pablo II

Enséñanos, te rogamos, la humildad de corazón para estar entre los pequeños del Evangelio a quienes el Padre prometió revelar los misterios de Su Reino.

Danos una mirada de fe capaz de reconocer inmediatamente en los pobres y en los que sufren el mismo rostro de Jesús.

Sostennos en la hora del combate y de la prueba y, si caemos, haznos experimentar la alegría del sacramento del perdón.

Transmítenos la tierna devoción hacia María, madre de Jesús y nuestra.

Acompáñanos en la peregrinación terrenal hacia la Patria beata, a donde esperamos llegar también nosotros para contemplar por toda la eternidad la Gloria del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo.

Amén






Oración al Señor por intercesión de San Pío de Pietrelcina

Oh Dios, que a San Pío de Pietrelcina, sacerdote capuchino, le has concedido el insigne privilegio de participar, de modo admirable, de la pasión de tu Hijo: concédeme, por su intercesión, la gracia de... que ardientemente deseo; y otórgame, sobre todo, que yo me conforme a la muerte de Jesús para alcanzar después la gloria de la resurrección.

Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén (3 veces)







ORACION POR UN MILAGRO DE SANACION DEL PADRE PIO

Señor Jesús… creo que estas vivo y resucitado. Creo que estas presente realmente en el Santísimo Sacramento del altar y en los que creemos en Ti. Te adoro y te alabo. Te doy gracias, Señor, porque has venido a mí como pan vivo del cielo.

Tu eres la plenitud de la vida, tu eres la resurrección y la vida, Tu Señor, eres la salud de los enfermos.

Hoy te quiero presentar  todos mis males, porque tu eres igual ayer, hoy y siempre y tu te reúnes conmigo donde me encuentro.

Tu me conoces. Ahora Señor te pido que tengas compasión de mi. Renueva mi fe y mi alma. Ten compasión de mi cuerpo, de mi corazón y de mi alma. Ten compasión de mi, Señor, bendíceme y haz que recupere la salud.



Que mi fe crezca y me haga ver las maravillas de tu amor, y sea también testimonio de tu poder y de tu compasión. Te lo pido, Jesús, por el poder de tus santas llagas, de tu santa cruz y por tu preciosísima sangre. Sáname, Señor! Sana mi cuerpo, sana mi corazón, sana mi alma. Dame la vida, la vida en abundancia

Te lo pido por la intercesión de María Santísima, tu madre, la virgen de los dolores, que estaba presente, bajo tus pies, junto a la cruz y a quien nos diste como Madre.

Tu nos has revelado de haber llevado sobre Ti nuestros dolores y por tus llagas fuimos curados.

Hoy Señor, te presento todos mis males y te pido  cúrame completamente. Te pido, por la Gloria del Padre del cielo, de sanar los males de mi familia y de mis amigos. Haz que crezcan en la fe, en la esperanza y que recobren la salud por la Gloria de Tu Nombre.

Para que tu reino se extienda siempre más en los corazones a través de los signos y prodigios de tu amor.

Todo esto, te lo pido porque eres Jesús. Tu eres el buen pastor y nosotros somos tus ovejas.

Estoy seguro de tu amor, que antes de saber el resultado de mis oraciones  te digo con fe: gracias Jesús, por todo aquello que harás por mí y por mis hermanos. Gracias por los enfermos que están sanando ahora, gracias por estar visitando con tu misericordia a los que la necesitan.

Amén.









PORQUE ERES MI LUZ Y SIN TI ESTOY EN TINIEBLAS


Quédate, Señor, conmigo, porque es necesaria tu presencia para no olvidarte. Sabes cuán fácilmente te abandono.

Quédate, Señor, conmigo, pues soy débil y necesito tu fuerza para no caer muchas veces.

Quédate, Señor, conmigo, porque eres mi luz y sin ti estoy en tinieblas.

Quédate, Señor, conmigo, porque eres mi vida y sin ti pierdo el fervor.

Quédate, Señor, conmigo, para darme a conocer tu voluntad.

Quédate, Señor, conmigo, para que oiga tu voz y te siga.

Quédate, Señor, conmigo, pues deseo amarte mucho y estar siempre en tu compañía.

Quédate, Señor, conmigo, si quieres que te sea fiel.

Quédate, Señor, conmigo, porque por más pobre que sea mi alma, desea ser para ti un lugar de consuelo y un nido de amor.

Quédate, Jesús, conmigo, pues es tarde y el día se acaba… La vida pasa; la muerte, el juicio, la eternidad se acercan y es necesario recuperar mis fuerzas para no demorarme en el camino, y para ello te necesito. Ya es tarde y la muerte se acerca. Temo la oscuridad, las tentaciones, la aridez, la cruz, los sufrimientos – y te necesito mucho, Jesús mío, en esta noche de exilio.

Quédate, Jesús, conmigo, porque en esta noche de la vida, de peligros, necesito de ti. Haz que, como tus discípulos, te reconozca en la fracción del pan; que la comunión eucarística sea la luz que disipe las tinieblas, la fuerza que me sustenta y la única alegría de mi corazón.

Quédate, Señor, conmigo, porque en la hora de la muerte quiero estar unido a ti; si no por la comunión, al menos por la gracia y por el amor.

Quédate, Jesús, conmigo; no pido consuelos divinos porque no los merezco, sino el don de tu presencia, ¡ah, sí, te lo pido!

Quédate, Señor, conmigo; sólo a ti te busco; tu amor, tu gracia, tu voluntad, tu corazón, tu espíritu, porque te amo y no pido otra recompensa sino amarte más. Con un amor firme, práctico, amarte de todo corazón en la tierra para seguirte amando perfectamente por toda la eternidad.









CAMPANAS QUE SUENAN A GLORIA

Les deseo a todos un buen día " el corazón de Jesús es el centro de todas tus inspiraciones. Jesús siempre te está, y en todo, escolta, apoyo y vida!"












Celebremos unidos a nuestro Santo Padre Pio

Celebremos unidos a nuestro Santo Padre Pio
porque estábamos ciegos y nos dio a luz el día, porque estábamos tristes y nos dio la alegría.

















El confesor del Papa que conoció al Padre Pío y será Cardenal a los 96 años

El fraile franciscano nació en 1927 en Federación, en la Provincia de Entre Ríos, pero desde hace muchos años se desempeña como confesor en ...