DÍA PRIMERO
Padre Pío, míranos con bondad y alcánzanos de Dios Padre imitar tus ejemplos y palabras. Que nosotros podamos huir siempre del pecado y ser templos vivos del Espíritu Santo.
DÍA SEGUNDO
Padre Pío, tú naciste en el seno de una familia pobre, trabajadora y profundamente cristiana; alcánzanos de la Providencia divina, un trabajo digno que haga posible el crecimiento humano y cristiano de las familias de nuestra Patria.
DÍA TERCERO
Padre Pío, tú que respondiste tempranamente a la vocación con que Dios te llamó a la vida religiosa, por tu intercesión alcanza a la Iglesia muchos y santos religiosos y religiosas, que sean signo de santidad en medio del pueblo de Dios.
DÍA CUARTO
Padre Pío, que consagraste tu vida sacerdotal a la conversión de los pecadores, a través del sacramento de la reconciliación; alcánzanos a todos los miembros de la Iglesia, la gracia de poder vivir e continua conversión.
DÍA QUINTO
Padre Pío, cuya vida fue marcada por el sufrimiento y las tentaciones; alcánzanos de Dios la gracia de aceptar nuestras cruces con espíritu reparador y sean para nosotros fuente de purificación y de apostolado.
DÍA SEXTO
Padre Pío, que aceptaste con amor tu vocación reparadora, ofreciéndote como victima con Cristo por los males del mundo; alcánzanos la gracia de hacer de nuestra vida una ofrenda permanente y agradable a Dios.
DÍA SÉPTIMO
Padre Pío, que hiciste de la oración el alma de tu acción apostólica; alcánzanos de Dios la gracia de realizar en nuestra vida las palabras de Jesús: “Hay que orar siempre y no desfallecer nunca” .
DÍA OCTAVO
Padre Pío, tú practicaste en forma heroica las palabras de Jesús: “Ámense unos a otros como yo los he amado” , haciendo así presente a Dios en medio de los hombres; alcánzanos el don de servir a nuestros hermanos más necesitados con cariño y desinterés evangélico.
DÍA NOVENO
Padre Pío, que pasaste tu vida en el confesionario, derramando como Jesús, la misericordia y sanando heridas espirituales, morales y físicas; alcánzanos de Dios la gracia de ser testigos del amor misericordioso del Padre Dios, con la paciencia, la humildad y el perdón hacia todos los hombres.
Oración
San Pío de Pietrelcina tú pasaste tu vida haciendo el bien
en la tierra y ahora lo haces desde el cielo.
¡Alcánzame de Dios cuanto te pido!
Tú fuiste hombre de oración y caridad, amigo de los enfermos, testigo de la misericordia de Dios para cuantos acudieron a tu confesionario.
¡Ven ahora en mi ayuda!
Te lo suplico por Jesucristo nuestro Señor. Amén